Congestión nasal y alergias

Ha llegado la primavera y, como cada año, vuelve también puntual la pesadilla de las alergias. Estornudos, ojos enrojecidos, picor en la nariz, pero también tos y falta de aire. Las alergias pueden afectar a todos, adultos y niños, e incidir en su calidad de vida. Pueden ser causadas por múltiples factores, como la predisposición genética y las condiciones ambientales. Los síntomas se presentan de modo ocasional (forma intermitente o estacional) o de manera persistente (formas perennes con síntomas presentes incluso durante varios meses consecutivos en un año).

 

Entre las distintas formas alérgicas, la rinitis es una de las más comunes y extendidas: se trata de una inflamación de la mucosa nasal y se manifiesta con síntomas como congestión nasal, rinorrea y estornudos, así como lagrimeo y enrojecimiento y picor ocular. Las alergias estacionales son simplemente la manifestación de una reacción defensiva contra algunas sustancias extrañas: los alérgenos. Normalmente estas sustancias son inocuas para nuestro organismo, pero en las personas alérgicas o atópicas son percibidas como peligrosas por el sistema inmunitario. De hecho, cuando un alérgeno específico entra en contacto con la mucosa de la nariz, de los ojos y de la garganta es identificado como perjudicial para el organismo, que reacciona de forma excesiva para contrarrestarlo.

 

Los alérgenos respiratorios se propagan por el aire. Los principales son:

 

  • Pólenes estacionales: ciprés y cupresáceas, olivo, gramíneas, ajenjo y ambrosía, parietaria.
  • Alérgenos perennes: epitelios de perro, gato, caballo y hámster, ácaros del polvo, esporas de moho.
  • Alérgenos profesionales: látex para los profesionales sanitarios, harina para los panaderos.

Rinitis alérgica: consejos y remedios

Cuando los estornudos y la nariz congestionada no dan tregua, es posible intervenir de distintas formas para prevenir y controlar los ataques, tanto en casa como fuera de ella. Para tratar la rinitis alérgica, el especialista, en función de la gravedad del problema, puede recurrir a medicamentos corticoides y antihistamínicos por vía oral o en spray y a la inmunoterapia alérgeno-específica (o vacuna antialérgica). Además de estas terapias, para aliviar los principales síntomas de la alergia puede ser útil recurrir a productos específicos que actúan directamente en la nariz, como sprays descongestionantes y protectores de la mucosa nasal. En estas condiciones también puede ayudar el uso de productos que combinen una acción descongestionante y protectora y una acción de limpieza para eliminar los alérgenos atrapados en el moco y favorecer la respiración, con el fin de prevenir y gestionar la irritación a nivel nasal.

Fuera de casa

  • Informarse siempre sobre los ciclos de los pólenes de las plantas a los que se es alérgico.
  • Atención a las salidas en días secos y ventosos, sobre todo entre las 10:00 y las 16:00, cuando la concentración de los pólenes es más alta.
  • Cuando se viaja en coche o en tren, tener cerradas las ventanillas y, si es posible, utilizar el aire acondicionado.
  • En algunos casos también puede ser útil utilizar mascarillas para reducir el contacto con los pólenes de las plantas.

 

En casa y en ambientes cerrados

  • Atención a los sillones, alfombras, moquetas, tapicerías y cortinas, cojines y ropa de casa, dado que pueden acumular polvo y pólenes difíciles de eliminar; si es posible, higienizarlos de forma constante.
  • Airear las habitaciones de casa pronto por la mañana o por la noche para mantener un nivel de humedad adecuado.
  • Utilizar un aspirador con filtros HEPA para limpiar los locales de casa y, si es posible, utilizar un depurador de aire en el dormitorio.
  • No tender la ropa al aire libre para evitar que acumule pólenes.
  • Al regresar a casa, cambiarse inmediatamente de ropa y de calzado. Lavarse la cabeza todos los días para evitar que los pólenes atrapados en el cabello puedan depositarse por la noche en la almohada y ser inhalados.
  • Evitar fumar.
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