Congestión nasal, ¿qué es?

Respirar correctamente es esencial para la salud y para hacerlo es fundamental mantener despejada la nariz. De hecho, esta tiene la función de filtrar, calentar y humidificar el aire, protegiendo así los bronquios y los pulmones. Cuando tenemos la nariz tapada (congestión nasal) y no respiramos bien, estamos menos protegidos contra las infecciones, podemos perder la capacidad de percibir los olores y podemos tener dificultades para realizar las actividades cotidianas y para dormir. Esta situación incide mucho en la calidad de vida de los adultos y es especialmente crítica en los niños y en los lactantes, que no son capaces de sonarse la nariz de manera adecuada; en estos últimos, sobre todo, puede aumentar el riesgo de tos y dolor de garganta a causa de la secreción retronasal, es decir, cuando se produce un moco más denso y viscoso que desciende desde la nariz hacia la faringe, donde se estanca. Las condiciones más comunes en las que se presenta la congestión nasal son: resfriado, síndromes gripales, rinitis, rinosinusitis y alergias.

Naso chiuso

¿Por qué tengo la nariz tapada?

Cuando los virus, bacterias, sustancias irritantes o alérgenos (polen, polvo, pelo de animales, etc.) atacan la mucosa nasal, se activa una respuesta inflamatoria que causa la congestión. Entre los mecanismos de defensa activados se encuentra la producción de una mayor cantidad de moco y de mediadores de la inflamación, que crean un ambiente desfavorable para los agresores.

 

En esta condición la mucosa recibe un mayor flujo de sangre de los capilares que, al dilatarse, liberan una gran cantidad de líquidos causando la hinchazón de la mucosa y la sensación de nariz tapada. Todo esto, junto con el exceso de moco, hace que resulte más difícil respirar libremente. Los síntomas típicos de la congestión nasal (nariz tapada, rinorrea, estornudos, irritación de la mucosa de la nariz y la garganta) son, por tanto, el resultado de una reacción fisiológica de defensa de la mucosa. Esto debe hacernos reflexionar. Si obstaculizamos estos sistemas de protección, nos arriesgamos a dejar al organismo sin armas frente a las agresiones.

Resfriado y rinitis

El resfriado y las rinitis son condiciones comunes que se caracterizan por el molesto síntoma de la congestión nasal o «nariz tapada». Estas pueden manifestarse aisladas, como en el caso del resfriado, o acompañar otras condiciones como la gripe, los síndromes paragripales y las alergias estacionales.

 

Las formas infecciosas de estas enfermedades suelen estar causadas por virus. Los síntomas típicos incluyen estornudos frecuentes, goteo nasal (rinorrea), sensación de nariz tapada e irritación de la mucosa nasal. La nariz obstruida obliga a menudo a respirar con la boca abierta, produciendo irritación en la garganta. El flujo continuo de secreciones de moco hacia la parte inferior de la faringe, junto con la sensación de garganta seca, provoca la necesidad de toser. Esta molestia suele intensificarse durante la noche, lo que impide un sueño reparador y regenerador.

 

La forma alérgica de la rinitis puede presentar síntomas ocasionales (forma intermitente) o persistentes, que pueden durar incluso varios meses consecutivos al año. Entre las alergias más frecuentes se encuentran las causadas por los pólenes, el polvo y los ácaros.

 

Además de las formas infecciosas y alérgicas, existen otras variantes de rinitis, como por ejemplo la rinitis no alérgica (NAR, por sus siglas en inglés), que puede ser desencadenada por factores irritantes como el humo, los perfumes fuertes y los cambios de temperatura.

Rinosinusitis

Los senos paranasales están comunicados estrechamente con la fosa nasal a través de pequeños orificios llamados «ostium», por lo que puede ocurrir que la inflamación de la nariz se extienda hasta alcanzar también los senos (rinosinusitis). La inflamación provoca congestión de la mucosa, bloqueo de los ostium e impide que el moco sea empujado hacia la nariz. Esto puede facilitar las infecciones bacterianas.

 

La congestión de la mucosa de los senos paranasales puede causar una sensación de pesadez en la mandíbula, la frente y las zonas por encima y debajo de los ojos. En presencia de infección por virus o bacteriana puede aparecer fiebre. En los casos más graves, se puede sentir un dolor facial intenso, que puede empeorar al inclinar la cabeza hacia adelante o en posición supina, y puede manifestarse una menor capacidad de percibir los sabores y los olores.

Los síntomas de la congestión nasal

La congestión nasal o nariz tapada es un trastorno muy común que puede causar diversos síntomas molestos. Los principales son:

 

– Dificultad para respirar por la nariz debida a la sensación de obstrucción causada por el edema de la mucosa.

– Goteo nasal por la producción excesiva de moco, que puede salir también por la nariz.

– Dolor de cabeza caracterizado por sensación de pesadez.

– Repetidos estornudos.

– Dolor e irritación de la garganta causados por el moco que desciende por detrás de la nariz hacia la faringe.

 

Si se tienen otros síntomas o si persiste la congestión, es útil consultar al médico para obtener un diagnóstico preciso.

Congestione nasale sintomi
Lavaggio nasale

La importancia del lavado nasal

Para aliviar las molestias de la congestión nasal puede ser útil realizar lavados nasales y humidificar la mucosa con soluciones hidrosalinas. Estas soluciones ayudan a limpiar las fosas nasales, facilitando la eliminación de los virus y bacterias y de otras sustancias irritantes y alergénicas atrapadas en el moco. Gracias a su concentración de sal, las soluciones hipertónicas equilibradas pueden reducir la hinchazón de la mucosa produciendo una eficaz acción descongestionante.

 

En conclusión, los lavados nasales pueden representar una práctica cotidiana simple y no invasiva que ayuda a preservar el funcionamiento de la mucosa nasal, sobre todo si se es propenso a las rinitis, las alergias o las irritaciones frecuentes.

Congestión nasal: remedios

Para resolver el problema de la congestión nasal, no debemos descuidar la mucosa. Cuando está inflamada e irritada, es importante ayudarla a defenderse de los agresores y a recuperarse rápidamente.

 

Por este motivo, puede ser útil intervenir en los distintos aspectos que la caracterizan:

 

  • reducir la hinchazón, a través de una acción descongestionante eficaz y equilibrada que no irrite ni seque la mucosa;
  • limpiar las fosas nasales para facilitar la eliminación de los virus, las bacterias y otras sustancias irritantes y alergénicas atrapadas en el moco;
  • proteger la mucosa nasal, reducir la irritación y favorecer el proceso de regeneración de la misma para restablecer su correcto funcionamiento.

 

Además de la mucosa, los orificios nasales y la piel de la zona perinasal pueden irritarse y presentar grietas o abrasiones muy a menudo debido al exceso de moco y al roce continuo con el pañuelo. En estos casos puede ser útil el uso de pomadas de acción protectora e hidratante que favorecen su regeneración.

 

En caso de que los síntomas persistan, es oportuno consultar a un profesional sanitario.

 

Por último, algunos consejos útiles para afrontar correctamente la congestión nasal:

 

– Beber mucho líquido con frecuencia: agua, zumos, infusiones templadas poco azucaradas (las bebidas templadas reducen la irritación de las vías respiratorias superiores y hacen que el moco sea más fluido, lo que facilita su eliminación).

– Limpiar bien la nariz varias veces al día, incluso con lavados nasales.

– No aumentar demasiado la temperatura dentro de la vivienda: la ideal es alrededor de 18-20 grados.

– Humidificar el ambiente.

– No llevar prendas muy abrigadas.

– Por la noche, utilizar pijamas ligeros y no exagerar con las mantas y los edredones.

– Bañarse o ducharse regularmente. La higiene cotidiana en un ambiente climatizado de manera habitual, con agua a una temperatura adecuada, no es peligrosa; es más, puede ayudar a humidificar la mucosa de las vías respiratorias.

Congestione nasale - Rimedi

Cómo tratar la nariz tapada en los niños

La nariz tapada es un trastorno muy común en los niños y puede ser causado por resfriado, alergias o simplemente por la inmadurez de las vías respiratorias.

 

¿Por qué es importante mantener despejada la nariz?

En los niños, y especialmente en los lactantes, la respiración se realiza principalmente por la nariz. El niño no es capaz de sonarse la nariz solo de manera adecuada. Si las vías respiratorias superiores están obstruidas, puede tener dificultades para dormir y para comer, lo que aumenta el riesgo de cansancio e irritabilidad. Además, el moco acumulado puede favorecer la proliferación de bacterias, aumentando el riesgo de infecciones como la otitis.

 

¿Qué debemos hacer?

 

Aquí tienes algunos consejos prácticos y eficaces:

– El lavado nasal: algo simple y eficaz.

Es el método más seguro y natural para eliminar el moco y facilitar la respiración. Puede realizarse varias veces al día, con soluciones salinas, sobre todo antes de las comidas y antes de dormir.

– Un ambiente adecuado para la respiración.

¿El aire está demasiado seco? Utilicemos un humidificador o un simple recipiente con agua cerca de los radiadores. ¿Hay demasiadas impurezas en el aire? Evitemos el humo y los contaminantes. Un aire más limpio significa menos congestión.

– La hidratación: aliado natural de la respiración.

Beber líquidos, como agua o leche, ayuda a fluidificar las secreciones nasales haciendo que resulten más fáciles de eliminar.

– El descanso en una posición adecuada.
Colocar un cojín debajo del colchón (no directamente debajo del niño) puede favorecer el drenaje del moco y mejorar la respiración nocturna.

 

Con pequeños cuidados cotidianos, es posible ayudar al niño a respirar mejor y a afrontar con serenidad los períodos de resfriado.

 

En los casos en los que esta condición no se resuelva o se acompañe de otros síntomas, es importante consultar al pediatra.

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